El comunismo humanista como único, verdadero y radical ideal libertario desde una materialidad concreta.
Introducción
El vacío revolucionario, producto de una serie de variables que aquí venimos intentando describir con precisión, lo más aproximadamente posible a la realidad, tiene su fundamental correlato en la ausencia absoluta de expresiones de consciencia organizadas y de verdadero potencial revolucionario dentro del SPR (sujeto potencialmente revolucionario), dentro de la clase obrera fundamentalmente.
Esta realidad, por consecuencia, también es trasladable, por supuesto, a las expresiones de la gran mayoría de la llamada "intelectualidad de izquierdas", no solo dentro de la Argentina, sino de todo el mundo.
En este contexto, más asiduamente descrito en documentos antecesores a este, crecen día a día, de forma "renovada", toda una serie de "nuevas" expresiones de viejas ideas dentro del consenso opresor y la matriz de una cosmovisión filosófica idealista. Alimentadas, más aún, por un contexto político internacional que, con una pandemia mediante, y el crecimiento de una serie de expresiones "ideológicas" hegemónicas y reaccionarias, sumado a medidas represivas y de restricción de ciertas libertades democráticas propiciadas por estas mismas expresiones en los gobiernos, ha dado mayor caldo de cultivo a otras ideas reaccionarias que calan en los crecientes niveles de descomposición social, tanto por "izquierda" como por "derecha".
El común denominador de esta situación, para lo que confiere a la preocupación de quienes pretendemos transformar de raíz la materialidad existente, tiene que ver con recuperar ciertos ejes extraviados (al igual que los principios, la moral y la ética revolucionaria) de la agitación COMUNISTA dentro de las masas, en los marcos de la revaloración integral de nuestra cosmovisión de mundo y de humanidad: EL SOCIALISMO COMUNISMO HUMANISTA Y RADICAL como vital, verdadera y única posibilidad REAL de LIBERTAD del individuo en comunidad.
Existe hoy una creciente confusión general en torno al atraso enorme de la conciencia del SPR y con ello de la sociedad en general.
Los niveles de decadencia cognitiva y conductual son proporcionales a la decadencia intelectual del mundo en el que vivimos. Esta situación es muy bien aprovechada para sembrar aun más caos y confusión en torno a viejos y "nuevos" conceptos y/o la invención de nuevos epítetos y etiquetas dentro de una conceptualidad cada vez más superflua.
El consenso opresor produce y reproduce una maquinaria infernal de masticar y escupir potencialidad de conciencia dentro de la materialidad concreta y la materialidad subjetiva de las ideas.
Así se difunden hoy, por ejemplo, las ideas "Libertarias" o el concepto de "libertario", asociadas a un viejo "nuevo" fenómeno de neo-conservadurismo que engloba las más desquiciadas, incoherentes e inapropiadas teorías a su alrededor, como así también, al más diverso sujeto social dentro del "encanto" de sus retóricas, llegando al delirio de difundir en el sentido común de una importante parte de la sociedad, la asociación de común denominador entre "Liberalismo" y "antisistema" como sinónimos recíprocos.
Es poco paradójico, en realidad, que estas ideas hoy tengan ese tipo de impunidad, descaro y deshonestidad intelectual libremente aceptada y difundida en amplias masas sociales, ya que responde, entre otros factores no menos importantes, a esta permanente responsabilidad que debemos asignar, por un lado, al vacío revolucionario, a la inexistencia de influencia y dirección política REAL, en la lucha de clases REAL, es decir, por la impotencia de no ser, y por otro lado, a la proliferación de las principales ideas e "ideologías" enemigas de la clase obrera y su potencialidad revolucionaria: el idealismo posmoderno socialdemócrata y todos los particularismos de sus constantes, tangentes y derivadas.
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