¿Qué es verdaderamente el “Guevarismo”? Una reivindicación de la lógica conceptual del Che por fuera de las “tradiciones”, las religiones y los dogmas

Introducción

Hace ya algunos varios años que vengo intentando desarrollar algunos conceptos que considero demasiado importantes acerca del pensamiento del Che. Esa tarea ha pasado y me ha llevado por diversas etapas y desarrollos. Esta última, con mucha más madurez y conocimiento, creo, me encuentra intentando dejar algo escrito mucho más concreto, sobre todo en el plano de la perspectiva política presente y actual, contestando a la cantidad de barbaridades, simplificaciones caricaturescas, falsedades y tergiversaciones malintencionadas que se vienen escribiendo sobre el Che hace años.

No estoy hablando aquí de ninguno de los relatos obvios de las clases dominantes acerca del Che, sino y fundamentalmente, de los relatos y las retóricas descompuestas tanto de quienes dicen ser "revolucionarios" críticos del guevarismo o de las "tradiciones" en general, e incluso, de hasta quienes lo reivindican so pretexto de auto percibirse a sí mismos como "guevaristas".

Pero más que contestar aquí a esta gente, el objetivo principal es intentar responder verdadera y seriamente ¿Qué es el guevarismo? Si existe o si existió esa "categoría", y en base a que conceptos se puede o no hablar de "Guevarismo".

La principal razón mezquina y deshonesta de porque estas actitudes proliferan en "la izquierda" (no solo en relación a este tema), en su gran mayoría parte de un desconocimiento y prejuicio profundo, siempre adaptado a un relato político favorable que encaja en el autobombo, desde todas las variantes habidas y por haber del Stalinismo, pasando por el maoísmo y, sobre todo, por el Trotskismo.

A esto se le suma el ya mencionado debate reduccionista y simplista acerca de las "tradiciones" políticas, que, más allá de todo, lo considero un sano debate para las "izquierdas" contemporáneas, pero, a mi entender, considero que viene siendo (para no perder la costumbre) muy mal encarado, también de forma deshonesta.

Por eso, antes de responder las preguntas que verdaderamente importan y sirven, a mi entender, para las necesidades políticas potencialmente revolucionarias del presente, comencemos a desandar y a desasnar de a poco algunas de estas consideraciones de escaso rigor científico, contextual y empírico.

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